En la sociedad actual nos encontramos con frecuencia con sujetos que no soportan el menor dolor, ni la idea de sacrificio o de la libra de carne a pagar. Nuestra sociedad basada en el discurso capitalista, desmiente la idea de castración y difunde la ilusión de que el sujeto tiene acceso al objeto sin mediación alguna.
Es así que vemos como el discurso capitalista aliado al discurso de la ciencia nos proporciona un número cada vez mayor de productos para remediar cualquier malestar . Se habla de la llegada de la “farmacología cosmética” que se aplica a malestares que no pueden ser considerados patológicos como la depresión postvacacional o la angustia del lunes por la mañana; es decir, para mejorar el humor de las personas consideradas normales. Hay fármacos que prometen un atajo a la felicidad, el eterno bienestar. Fantasía que el capitalismo promueve. Pero todo ésto ¿a costa de qué? ¿cómo queda reducida la subjetividad humana? Además, ello ha desencadenado un incremento del gasto farmacéutico en detrimento de otras necesidades del ciudadano.
Esta crítica razonable y necesaria, contrasta con otra realidad por la cual los fármacos han mejorado de forma sorprendente la vida de muchos pacientes permitiéndoles una calidad de vida que de otra manera sería impensable. Para lograrlo han sido necesarios largos períodos de investigación con una importante inversión humana y económica.
En esta disyuntiva, qué posición tomar. La crítica al consumo de fármacos, para cuya solución se requiere -entre otras medidas- de una mayor educación del consumidor y un control estatal del gasto, no nos puede hacer olvidar que muchos pacientes han podido superar graves enfermedades gracias a la farmacología.
Pero en el terreno que nos ocupa, el de la subjetividad humana, es importante aclarar que hay signos que no son disfunciones como por ejemplo la angustia o la inhibición frente a un peligro. También que el ser humano no puede prescindir de un cierto nivel de angustia en la lucha que la vida supone y que es básico que conserve la capacidad para dirigir su propia vida desde la autonomía y la libertad.
Esta mesa se propone abordar la problemática de la hipermedicalización de algunos malestares humanos, sin olvidar los beneficios que la farmacología ha aportado a muchos enfermos.
LA VIDA MEDICADA
Subjetividad y pensamiento contemporáneo.
Viernes, día 7 de Marzo, a las 20:00 horas.
Ateneu Barcelonès
Sala Sagarra, 4ª planta.
Carrer de la Canuda, 6.
Barcelona
Mesa redonda con la intervención de
JAUME AGUILAR, psiquiatra – psicoanalista.
ÁNGEL MARTÍNEZ, antropólogo.
JUAN PUNDIK, psicoanalista.
Presenta y modera:
CARMEN LAFUENTE, psiquiatra – psicoanalista.
ENTRADA LIBRE.
Información: ESPAI FREUD -Amigos de la Librería Xoroi-
Berlinès, 20.
08022 Barcelona
934185336
xoroi@