Musicoterapia en rehabilitación psicosocial

Este libro nos incita a seguir pensando las tan abiertas y desafiantes relaciones entre el arte y la locura, y necesariamente el rol del arte como posibilidad de prevenir la enfermedad y convertirse en un eficaz instrumento para superar las más profundas crisis del ser humano, transformando lo siniestro en maravilloso. Así entonces entendemos que la criatura humana es un ser de necesidades naturales y culturales, y que las mismas lo obligan a vivir en sociedad para cumplirlas y no morir por ellas, cuando no debiera ser o cuando pudo ser impedido. Así también aceptamos que por vía de los dioses o del azar, por violencia o por enfermedad o por accidente, con crueldad o con inocencia, entre gritos o socorridos por el amor, cada ser humano deberá construirse y reproducirse históricamente sobre la angustia y en la tristeza, entre el furor y la resignación. Es decir, nacemos destinados a vivir en la locura, somos parte de ella, pugnando a dentelladas por salir de ella en la agonía de la desesperación, pero también, en paradoja cruel, dialécticamente, atados a ella como última morada de la vida antes de la muerte, camino de puro dolor que anticipa la muerte absoluta en el silencio de la soledad o en soledad del silencio, sea un silencio de palabra, de carcajadas, de vacíos o furores. Y que aún así, pese a todo y por encima de todo, no cejamos en preguntar y preguntarnos, en obtener las respuestas que den sentido al ser en su existencia. Este libro nos obliga a repensar estas cosas, de allí nuestra devolución agradecida. (Del Prólogo de Vicente Zito Lema)